Las siguientes fotografías fueron tomadas en la presa de un pantano en el Norte de Italia.
Estas cabras o íbices alpinas desafían los 50 metros de altura de la presa del pantano para lograr lamer las piedras y obtener las sales minerales necesarias, ausentes de su dieta.
Se puede observar la enorme pendiente de la pared.
Esta capacidad se debe a su pericia y también a sus peculiares pezuñas negras en forma de pinza, anchas y acolchadas, de supoerficie antideslizante. Las puntas son agudas y de material córneo muy duro, lo que les permite «aferrarse» a a las rocas. Disponen, también de dos espolones traseros que actúan como crampones. Suben y bajan sin tomar impulso.